Es una antigua palabra española con que se saludaban e infudian ánimo y esperanza los peregrinos cuando caminaban en peregrinación a Santiago de Compostela.
Esta palabra, probablemente derivada del latín ultra, significaba "¡Adelante!"
En lenguaje cursillista, Ultreya es la invitación a ir siempre “mas allá” de sí mismo, para encontrarse con los hermanos y construir comunidad hacia Dios, compartiendo amistad, para que lo mejor de cada uno llegue al mayor número posible.
En la vida cursillista Ultreya es una llamada a ir siempre adelante con el rostro levantado, signo de una vida llena de sentido.
Ultreya es fuerza para no desmayar en el camino de la vida.
Y para contagiar de la alegría de Cristo a los demás.ULTREYA es…tener en activo al Señor Jesús.
ULTREYA es…transmitir a Cristo a través del calor humano.
ULTREYA es…no dar vacaciones de verano a Cristo.